Roma vs. Lazio (enero 26 de 2020)

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El taller de crónica futbolera “Más allá del gol de Yepes” buscaba, además de desarrollar técnicas de escritura y herramientas para analizar un jugador o un partido, desacralizar el fútbol de entretenimiento y mostrar que, más allá del marcador final, resultan valiosos el disfrute del fútbol, los gestos ocultos de los jugadores, las celebraciones íntimas de los técnicos, la ceremonia de los camerinos, las actuaciones de los protagonistas y antagonistas y por supuesto, el abrazo despersonalizado de la hinchada. El taller reunió sin quererlo a un niño de 11 años, a tres adolescentes bogotanos y a uno neoyorkino, y a un administrador deportivo de Soacha. Un grupo diverso y heterogéneo unido por el amor por la pelota.

Por Antonio Chaves Carrizosa
Edad: 10 años
Brooklyn, NY
Hincha de la Lazio
Jugador preferido: James


Obstrucción: Mi primera vez en el estadio

Llegando al estadio había cantidades enormes de fanáticos de la Roma gritándole insultos a los de la Lazio. Yo me imaginaba que los de la Lazio estaban haciendo los mismos insultos a los de la Roma. Yo era hincha de la Lazio pero estaba asustado de los insultos. Yo sabía que mucha gente iba a estar triste con cualquier resultado.

Cuando empezó el partido la lluvia se volvió más fuerte y el frío se volvió más frío. Había dos lados del estadio, el de la Lazio y el de la Roma. Los hinchas se pusieron más bravos aún cuando ningún equipo estaba jugando bien. Mi cabeza cambiaba de lado a lado cada cinco segundos. En los dos lados los hinchas hacían mosaicos con papel que eran cheverísimos. Yo me imaginaba una torre de papel de diferentes colores para los mosaicos.

La Roma estaba dominando el partido, los jugadores y los hinchas. Edin Dzeko metió un gol de cabecita por encima de Strakosha y los hinchas gritaron más duro que nunca. Yo estaba aburrido y me quería ir al hotel. Ya era tarde, pero los gritos de la hinchada me hicieron quedar despierto. Quince minutos después Pau López, el arquero de la Roma, rechazó mal la pelota que le llegó a los pies de Acerbi y este metió el 1-1.

El resto del partido fue muy aburrido. No pasó nada pero los hinchas no parecían ni aburridos ni cansados de gritar e insultar. Cuando terminó el partido mi mamá salió con una bufanda de la Lazio rodeada por hinchas de la Lazio. Un policía vino y le dijo que se la tenía que quitar porque podía ser peligroso. Desde entonces la Lazio ha sido mi equipo preferido.

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