“La primera de muchas”

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Con apenas doce años, Daniel Sánchez es el reportero más joven de El Observador. En su primera entrevista charló con el escritor colombiano Juan Esteban Constaín sobre literatura, periodismo y, por supuesto, sobre fútbol.

DS: Constaín es un apellido raro, ¿de dónde viene?

JEC: Dicen que es de origen francés y que los primeros Constaín que llegaron a Colombia lo hicieron en el siglo XVIII con los españoles. 

¿Y en dónde se ubicaron en Colombia, mejor dicho, en dónde pasaste tu infancia?

Yo nací en Popayán y vivía al lado de un río, entonces los viernes y los sábados la gran diversión con mis vecinos era hacer guerra de piedras con unos muchachos que vivían al otro lado. No había ventana que durara ni en esa orilla ni en la mía. Luego, mi papá se vino a trabajar a Bogotá, entonces yo llegué como a los nueve años y me produjo una sensación que todavía recuerdo porque, primero, nunca había montado en avión, y segundo, tenía la sensación de que Bogotá era el futuro, me imaginaba esta ciudad fría, con la gente de corbata y de gabardina porque mi abuela me decía que los bogotanos iban siempre así. Cuando llegué encontré mucho tráfico y un sol espléndido, ese que solo suele hacer en Bogotá; esa fue una experiencia agridulce pero luego me incorporé a esta ciudad que quiero mucho y de la que me siento hijo adoptivo. 

Yo siempre he querido ser periodista y escritor profesional, pero no entiendo bien cuál es la diferencia entre periodismo y literatura.

Hay una diferencia grande porque la literatura es un arte, el periodismo es un oficio. Lo que pasa es que como ambas se construyen con palabras, conviven y confluyen en el lenguaje. Muchos de los más grandes escritores modernos se dedicaron también al periodismo porque vivir de la literatura es muy difícil…, vivir del periodismo también, pero el periodismo da más salida para que uno pueda hacer más cosas.

Entonces mejor ser periodista (!?)

Mi escritor favorito, Charles Dickens, es un inglés del siglo XIX que vivía de ser periodista hasta que se volvió famoso siendo escritor. García Márquez, por ejemplo, fue un magnífico periodista, pero se veía que era un Maestro de la literatura. Entonces yo creo que un buen escritor, como seguramente lo serás tú, tiene la posibilidad de entender el alma humana, y eso es clave para hacer periodismo porque el periodismo es contarles a los demás cómo son los otros. 

¿Y cómo crees que el periodismo y la literatura pueden aportar al desarrollo del país?

El arte en general siempre le sirve a cualquier sociedad porque enriquece la vida de la gente. El arte eleva a las personas y las pone a hablar de otros temas y les abre unas puertas inesperadas, y eso en una sociedad tan llena de dificultades y de desigualdades como la colombiana es una bendición. 

La literatura es un bálsamo, es la oportunidad de conquistar el paraíso en la Tierra; y el periodismo aporta mucho porque permite iluminar esas desigualdades y esas dificultades y hacerlas más relevantes. 

Hablando de literatura, ¿por qué decidiste ponerle de título a una novela tuya El hombre que no fue jueves?

Porque el protagonista de esa novela es un escritor inglés al que yo admiro mucho, que se llama Gilbert Keith Chesterton, y él había escrito una novela que se llama El hombre que fue jueves, y la historia de esa novela es la de un grupo de espías en la Inglaterra de los años veinte, en la que cada uno de ellos se identifica con el nombre de un día, y el protagonista de la novela era jueves. Entonces cuando escribí mi novela sobre Chesterton no tenía título y se me ocurrió hacerle un homenaje a uno de sus títulos más ingeniosos, que al final es un juego de palabras que tiene que ver con la trama de la novela. 

Otro de tus libros, ¡Calcio!, es sobre fútbol, ¿por qué escogiste el fútbol como tema?

Porque me gusta mucho el fútbol, siempre me ha encantado. Yo viví un tiempo en Italia y estando allá fui un día a Florencia y ese día se jugaba la final de la Eurocopa, entre los Rangers de Glasgow y la Fiorentina, y cuando llegué todos los hinchas de los Rangers estaban como borrachos en las plazas de la ciudad, parecía una escena medieval y me dije: “Quiero contar esta historia”, y recordé que en la Edad Media existía un deporte que se parecía más al rugby que al fútbol, que se llama el “calcio”, entonces ahí fue surgiendo la idea; un día, ya de regreso en Colombia, tuve un sueño en el que se me apareció el protagonista de la novela, así que decidí dejar lo que estaba haciendo y me dediqué seis meses a escribirla, y es mi novela-homenaje al fútbol. 

Yo soy de Millonarios, ¿tú de qué equipo eres?

Bueno, nadie es perfecto. No podías tenerlo todo: gran periodista, buena gente, pero bueno… Yo soy hincha del América de Cali.

Pues entonces damos por terminada esta entrevista…

(risas)

¿Y cuál fue la última vez que fuiste al estadio a ver a tu equipo?

Hace mucho que no voy al estadio a ver al América. La última vez que fui fue hace muchos años con un gran amigo que se llama Julián Amaya. Fuimos a ver un partido Santa Fé-América, un partido épico porque el América empezó ganando 2-0, Óscar Córdoba era nuestro arquero, cometió una falta, lo expulsaron, y entonces un personaje que se llama el Gato Pérez, que jugaba en el América, terminó tapando y, claro, nos metieron 3 goles y perdimos 3-2. Ese fue el último partido que vi del América, me gusta mucho ir al estadio, pero el América estuvo mucho tiempo en el ostracismo de la B y era imposible verlo.

Juan Esteban, muchas gracias por habernos acompañado. 

Con mucho gusto, y ojalá me vuelvan a invitar. 

Lo invitamos a ver la entrevista completa en video en www.elobservadornoticias.com

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