27 años
Desde su casa en Rafael Uribe Uribe
“Tachuela”, como lo conocen desde siempre en su parche AGUANTE SUR, en medio de los malos tiempos que viven las barras populares de la capital, nos cuenta un poco acerca de su diario vivir, ese que a pesar de la pandemia no conoce tregua.
VIERNES
En el día viernes de mi diario vivir salí normal a trabajar con mi padre por los lados de Soacha. Yo trabajo por días con mi padre, él es maestro de obra y remodela casas y apartamentos. Yo le ayudo enchapando baños, pisos, cocinas y también mezclando el cemento y derrumbando paredes. Por este trabajo me estoy ganando 45 ‘lukitas’ y también el desayuno y el almuerzo, gracias a Dios.
Esta pandemia nos ha afectado mucho porque el trabajo de mi padre es informal y esto le ha impedido salir a la calle. Yo por ejemplo, también trabajo como ayudante de un furgón entregando pedidos de atención al cliente o mantenimiento general pero desde enero no hay trabajo ni forma de llevar hoja de vida. En el trabajo en el furgón, a veces me encuentro a hinchas de Millonarios que me persiguen y no me dejan trabajar.
Por la noche me reuní con los muchachos de mi parche AGUANTE SUR y la gente del Perdomo por lo que estaba aconteciendo, pues por estos días se alborotó la violencia entre las barras por problemas con esa gente de Millonarios. Así que pensamos en que los íbamos a esperar en la parte del barrio Perdomo, por el lado de Ciudad Bolívar, porque allá era donde por redes sociales nos enteramos de que nos iban a atacar esa noche y preciso por Casa Linda, que es mi barrio y el barrio de mi parche.
En esas estuvimos, algunos fumando unos porros y otros como yo, oliendo algunos pases y tomando polas.
Así pues estábamos con unos amigos de mi parche esperando que llegaran todos los demás para hacer la operación de esperarlos y tipo 7 pasadas de la noche me llegó un mensaje a un grupo contando que un amigo de la barra, el Duvan del parche FK. -FRENTE KENEDY-, lo habían asesinado los de Millonarios.
El tema de mi amigo Duvan fue por venganza, o eso es lo que nos hemos enterado y que los supuestos líderes de esa barra de Millonarios lo mandaron a matar con dos sicarios que iban en cicla y le dieron 3 tiros y pues murió…
Nos pusimos muy mal pero entonces los líderes del Parche nos dijeron que nos fuéramos todos para las casas y de ahí cogimos una moto de un amigo de acá del barrio San Jorge Sur, que también hay filial del AGUANTE SUR, y nos fuimos porque la cosa iba a estar caliente con esa gente de Millonarios y preferíamos evitar más problemas.
Cuando veníamos para la casa apareció una moto y se bajaron unos manes gritando mi apodo ¡TACHUELA! y pegaron 4 disparos. Nosotros de una nos pasamos el semáforo en rojo desesperados porque teníamos solo un machete y un cuchillo y llegamos en menos de nada a mi casa pensando que nos venían siguiendo. Luego llegué a mi casa, saqué una pistola pero nooo ya gracias a Dios había pasado todo el problema pero la ciudad Bogotá ya estaba como en zona roja, o sea en peligro por lo sucedido.
Me fui a dormir triste con un recuerdo lindo con Duvan cuando el año pasado en Santa Marta, que jugaba mi amado Santa Fe, tomamos demasiado en la playa y también se vinieron a mi memoria recuerdos en el estadio, en los eventos de la barra de la GUARDIA y en los viajes a su lado.
SÁBADO.
El día sábado estuvimos hablando todo el día de lo de la muerte de Duvan, dolidos y ofendidos porque esa gente no tiene códigos y ellos mandaron a matar a Duvan con sicarios. En la noche nos reunimos en el barrio San Vicente una banda de Santa Fe y varios parches de LA GUARDIA ALBI ROJA SUR, tomamos y nos echamos unos pases hasta altas horas de la madrugada.
DOMINGO.
Hoy es el funeral de Duvan en una funeraria por los lados de la alcaldía de Kenedy. Llegamos esa tarde a despedirlo pero el barrio estaba en zona roja por la pandemia y lo que está pasando en Bogotá con la policía, que como siempre no nos quiere ni ver. Hay demasiada gente para darle el último adiós a nuestro querido amigo y colega. Vimos muchos hinchas de Millonarios por ahí y tocó sacarlos a correr. Después yo me fui a mi casa, estuve tranquilo, lo que pasó con Duvan me hace pensar en mis hijos y en mi futuro. Igual siento que ya es tarde para parar esta guerra, quisiera que el fútbol se viviera en paz pero tengo que defenderme, trabajar y cuidarme.
