“Haber cometido un error, no nos convierte en un error”

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En alianza con RCN RADIO, USAID Y ACDI/VOCA, LABZUCA fortaleció las emisoras de dos centros del sistema penal adolescente en donde más de 30 jóvenes le apostaron a la comunicación para sanar y volver a empezar. 


En el suroccidente de Bogotá, en medio del tráfico y el ruido, está El Redentor, una casa de ladrillos a la vista que pasaría desapercibida, si no fuera por los alambres de seguridad que la cruzan de lado a lado y por el letrero enorme que dice “Escuela de formación integral para menores”. Al comienzo, no sabíamos muy bien qué esperar. Solo sabíamos que adentro estaría un puñado de jóvenes, de entre 14 y 18 años, recluidos ahí por algún delito que desconocíamos, esperando recibir unos talleres de comunicación ofrecidos por Labzuca, productora de contenido de la Fundación Tiempo de Juego, en alianza con RCN Radio, USAID y ACDI/VOCA. 

Efectivamente, los primeros días las cosas no fueron tan fáciles. El espacio destinado a la emisora interna estaba abandonado y los jóvenes tenían pocos momentos de recreación y esparcimiento. Sin embargo, con el pasar de los días y de los talleres, de las conversaciones y el acompañamiento psicosocial y creativo, ese espacio se fue llenando de vida. Por primera vez en mucho tiempo sus micrófonos se desempolvaron y volvieron a recibir las voces de estos jóvenes que rápidamente tomaron roles, como reporteros, locutores, compositores y músicos. Notar esa transformación en ellos, de ánimo, de autoestima y de profesionalismo, fue un aprendizaje muy valioso para todos. Sobre todo, con casos como el de uno de los locutores principales, que tenía varios problemas de agresividad al interior del Cae y que terminó siendo una de las personas más creativas e involucradas en todo el proceso de realización del programa de radio. Esta experiencia nos hizo ver que, definitivamente, la comunicación cambia vidas, y que ese trabajo de escuchar las voces de los jóvenes y darles importancia debía continuar en otras geografías y espacio. 

De acuerdo con el último informe de El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) los delitos cometidos por jóvenes han aumentado 14 por ciento en los últimos años y Bogotá es una de las cinco ciudades con más criminalidad juvenil del país. Ese contexto ya había motivado desde 2016, antes de la experiencia con El Redentor, a la Fundación Tiempo de Juego a trabajar por los y las jóvenes del Sistema de responsabilidad Penal, cuando uno de los líderes comunitarios de la Fundación estuvo privado de su libertad y alertó al equipo sobre las necesidades de los jóvenes en centros de reclusión para menores, sus problemas diarios y el sistemático abandono estatal y social al que son sometidos antes de llegar a alguno de estos lugares. 

Desde entonces, la Fundación ha trabajado en más de ocho ciudades del país, en alianza con el ICBF, para aportar desde el arte, la comunicación y el acompañamiento psicosocial al mejoramiento de vida de estos jóvenes, a las segundas oportunidades y a un cambio duradero en su posegreso, en el que, a través de los conocimientos y herramientas adquiridas, puedan vincularse al mundo laboral. 

La última experiencia de este tipo comenzó, efectivamente, en diciembre del 2020, en El Redentor y, paralelamente, en El Oasis de Barranquilla, también un centro de Reeducación para menores. Aproximadamente treinta jóvenes participaron de estos talleres de comunicación de Labzuca, para fortalecer sus emisoras internas, como empezamos en Bogotá, y obtener conocimientos en locución, guiones para radio, edición de sonido, investigación y posproducción. En cada sesión estuvieron acompañados por profesionales psicosociales, periodistas, talleristas y reconocidos personajes del medio radial y artístico que los aconsejaron y acompañaron en el proceso. 

De este camino quedaron dos programas profesionales de radio, que se presentarán por partes en las diferentes redes de RCN radio, y una serie de canciones, compuestas, cantadas y parcialmente producidas por los mismos jóvenes, quienes demostraron su talento en la improvisación, el hip-hop y el rap. Pero, lo más importante es que muchos de ellos descubrieron en el camino habilidades y capacidades que no sabían que tenían y que quisieran aprovechar a su salida de los centros. Con ellos estuvieron personas tan reconocidas, como Antonio Casale, Iván René Valenciano, Sebastián Heredia, Trece duendes, Sammy Haydar DJ y muchos más, quienes compartieron sus experiencias de vida y enseñanzas.  

Cuando llegamos a los CAEs nunca sabemos qué esperar o con qué nos vamos a encontrar, pero la experiencia de estos años de trabajo con jóvenes no ha dejado de sorprendernos. Sin duda, como en algún momento nos dijeron: “haber cometido un error, no los convierte en un error”. 

Aquí el producto de ese trabajo, de más de siete meses de aprendizajes: 



Canciones


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