Un baile resiliente a la Xenofobia

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La Otra Esquina – “Aguante la Paz”

Un baile resiliente a la Xenofobia

Somos un grupo de jóvenes Venezolanos y Colombianos que nos hemos reunido para contar historias de vida de otros jóvenes. Un espacio en el que visualizamos las iniciativas de jóvenes que le han hecho frente a la xenofobia por medio de su arte, con su creatividad, su capacidad de construir juntos y de proponer una sociedad diferente. En esta ocasión hemos elegido la historia de Aldemaro, un jóven bailarín desde los 4 años que vive en La Guajira Riohacha en Colombia, bienvenido Aldemaro.

Sabemos que eres venezolano que vivías en Caracas, ahora tienes 28 años, cuentanos un poco más sobre ti y cómo ha sido esta situación que te ha tocado vivir específicamente al llegar a Riohacha Santa Marta.

R/ Wow, no sabía que sabían todo eso de mí, pero me hace muy feliz el hecho de que ya haya un repertorio de lo que viene siendo mi persona. Primero que todo, Aldemaro Romero, es un muchacho que tiene muchas ideas. Es muy creativo y trata de generar espacios para que las personas se sientan incluidas,para que las personas se sientan con la posibilidad de crear y generar sus propias visiones y motivaciones en la vida. Eso como tal es Aldemaro Romero. Y pues como persona soy un muchacho que desde muy pequeño traté de transmitir quién era al mundo, así con mis montón de acciones que a veces la gente las  entendía, a veces no entendían. Muchas veces me tildaron de loco, pero a la misma vez hoy veo esas creaciones en la calle, esas cosas que tanto soñaba que de repente ahora son vivencias y acciones que veo firmemente en las personas y que me hacen ver que generé espacios y generé acciones en conjunto que trajeron cosas positivas para la sociedad.

Interesante saber esto Aldemaro. Te pregunto algo. ¿Ha sufrido alguna vez la discriminación como la homofobia, la xenofobia y cómo a través de tu danza, de tu arte has transformado esto?

R/ Bueno, sí he sufrido de xenofobia y de homofobia, pero particularmente no me define el hecho de que las personas critiquen o den su punto de vista acerca de mí como persona por ser migrante o por ser gay, realmente eso nunca me ha importado porque el hecho de yo ser quien soy y sentirme quien soy, me hace más fuerte ante cualquier crítica positiva o negativa que haya. Soy un artista, es normal que se nos critiquen y se nos diga que es así o es “hazá”, pero realmente no me afecta para nada el hecho de las críticas tan polémicas que hay en las calles acerca de los migrantes y de los homosexuales. Realmente utilizo toda esa energía que transmite esa gente para volverla luz, para volverla esperanza, para inspirarme y crear propuestas que de verdad generen espacios de cambio, espacios que ayuden a los jóvenes, chicos y adolescentes a poder desarrollarse y cambiar este tipo de pensamientos que lo que hacen es dañarnos y convertirnos en etiquetas, etiquetas de soy así, pienso así y creo esto. Si todos fuéramos como ese hormiguero que quiere hacer que la sociedad crezca y crezca y crezca tendríamos todos algo, o sea un mejor territorio, un mejor espacio, tuviéramos más posibilidades, crearíamos más aspectos positivos y pues tendríamos más bendiciones de Dios. A través de la danza, definiendo mi organización “Talento De Calle”, utilizó las acciones del ser y el hacer, pues por medio de lo que les enseñó a los chicos, ellos poco a poco van entrando en el arte y definiendo sus propias acciones en su comunidad por medio de esta, porque el arte es una herramienta de transformación social muy buena que genera de verdad acciones, por eso el saber y el hacer, porque el saber es cuando yo les enseño a ellos y el hacer es cuando ellos mismos realizan el cambio en su territorio. Utilizo la danza teatro para poder hacer que algunos espacios se sientan completamente completos en el aspecto de que un territorio tiene muchos complementos, muchas trabas, muchas acciones negativas y estas de por sí tratan de obstaculizar algún tipo de polémica y esta como tal no nos deja crecer y entre eso los niños y los jóvenes se han llevado mucho por eso, Ejemplos: como las personas que consumen drogas, las personas que se prostituyen o que realmente utilizan alguna sustancia ya sea para su uso personal o la normalizan de alguna forma. Eso es muy normal en los barrios y también en el tema de las pandillas. Y se normaliza tanto que a veces nos acostumbramos y eso realmente es algo que daña mucho el territorio y que se puede cambiar con estas nuevas narrativas.

Un mensaje a todas estas personas que nos están escuchando desde cualquier parte del mundo.

R/ Lo primero es que si algún día decides migrar de tu país, ten en cuenta de que no va a ser fácil, pero el día que tu triunfes vas a poder replicar todo lo que pasaste por medio de esto, del habla, de la escucha, y vas a ayudar a muchos a poder generar un cambio real en las sociedades.Para mi migrar es lo más bonito que me ha pasado y… ¿para ustedes que podría ser?

Gracias Aldemaro por haber compartido hoy con nosotros y por contar tu historia de vida y de cómo por medio del arte, en tu caso la danza, has sido resiliente a la xenofobia y cómo estás enseñando a otros niños y  a jóvenes este arte de la danza como una herramienta muy valiosa para sus vidas.

Hasta aquí Aguante La paz, Un Baile Resiliente a la Xenofobia; hoy con Aldemaro Romero.

Este artículo fue posible gracias al apoyo del pueblo Americano y el gobierno de

Estados Unidos, a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional

(USAID). Los contenidos son responsabilidad exclusiva de sus autores y no

necesariamente reflejan los puntos de vista de USAID ni del gobierno de los

Estados Unidos.