Los jóvenes no son iguales. Tampoco son iguales las maneras en que los definimos. Por eso, más que juventud existen juventudes. Y eso va más allá de lo discursivo: esas definiciones y las maneras en que se activan en acciones y prácticas cotidianas tienen que ver con las oportunidades, los repertorios sociales disponibles y los entornos en los que se mueven.
Durante el tiempo que duró esta investigación les pedimos a algunos jóvenes de Aguante Sur y de un Centro de Atención Especializada de Bogotá que hicieran unos diarios sobre sus días, pero también sobre sus sentimientos y pensamientos. A continuación presentamos algunos apartes de esos diarios que nos hablan de lo que significa la juventud para cada uno de ellos.
Nombre: Alexander Gómez
Edad: 28
Apodo: “Alitos”
JUVENTUD
“Hace unos días, mientras me dirigía hacia la casa, pasaron cuatro pelados. No traían ninguna insignia que representara su equipo, o pues no puse atención. De repente, uno de ellos comenzó a gritar “solo millonarios”. Como siempre, lo primero que uno intenta es no dejarse arrimar, pero se vinieron dos de ellos con cuchillo. Yo intenté pararme, pero en ese momento sentí un puño en la cara que me estaba dando otro hincha que salió por mi espalda. Yo andaba solo, así que me tocó meterme en una tienda hasta que la policía llegó”.
Nombre: Juan Sandoval
Edad: 27
Apodo: “Metralleta”
JUVENTUD
“A las 4 de la tarde nos reunimos, como siempre, en el gym. Nos ejercitamos por dos horas. Terminada la clase salimos a parchar al barrio “Casalinda”, donde es nuestro mural y podemos estar relajados para evitar encontrarnos con las demás barras. Ahí fumamos porros, hablamos, reímos, recordamos nuevamente muchos momentos por los que pasamos juntos hasta que llega la noche. De regreso a mi casa me encuentro con mi esposa. Salimos a sacar al perro y a fumarnos el último porro del día hasta que llega el momento de la comida. Ceno y me recuesto a comunicarme con mi banda, otra vez, para saber si cada uno llegó bien a su casa. Al día siguiente me levanto y salgo a trabajar, normal.”
Nombre: Diego González
Edad: 39
Apodo: “Piojo” líder de la barra
JUVENTUD
“Para mi ya no es tan común asistir a una pelea en modo ‘ataque’. Definitivamente ya no me causa la misma adrenalina ni la euforia que sentía entre mis 17 y mis 25 años, el factor edad, inmadurez e inexperiencia es determinante en la necesidad de buscar peleas. Pero a la vez el fenómeno de las barras ya tiene bastantes confrontaciones sembradas que son cosechadas todo el tiempo. Mi análisis del tema concluye en que hay una espiral de violencia (de la venganza de la venganza) que sigue escalando y que se materializa haya drogas o no las haya”.
Nombre: Michael Pardo
Edad: 25
Apodo: “Ratón”
JUVENTUD
“Actualmente, además de estudiar, hago parte del equipo de trabajo del Club deportivo de La Guardia sede sur como profesor. Siempre me ha gustado vincularme a este tipo de proyectos, para romper los paradigmas de que los integrantes de una barra brava son en su totalidad delincuentes, ladrones o adictos, sino por el contrario que dentro de la barra también te encuentras con personas que por encima de sus problemáticas trabajan con las alcaldías y en diferentes proyectos o emprendimientos de los mismos parches en pro del cambio social y de mejorar las demás problemáticas de convivencia. También me interesa dar a conocer que no todo el que consume es un vago, pues muchos integrantes de la barra buscamos un futuro profesional y buscamos un estilo de vida sano, a pesar de que nos guste fumar marihuana, lo que considero que es totalmente posible”.
Nombre: Angie Natalia Tabares
Edad: 22
Apodo: Angie
JUVENTUD
“Yo me fui de la casa a los 15 años, había entrado a la barra entonces me iba mal en el colegio porque andaba en otras cosas. Me castigaban porque me gustaba mucho ir al estadio y mi mamá me daba muchas muendas, muchísimas. Entonces opté por irme de la casa. Empecé a trabajar siendo menor de edad, me fui a vivir sola, pagué un apartamento amoblado. Duré como 6 meses viviendo sola pero ya tenía una relación con Juan, otro integrante del parche Aguante Sur, y decidimos irnos a vivir juntos. Ya llevamos como 4 años así. A veces es duro porque Juan siempre está presente en la barra, en todo momento. Siempre hay planes con la barra, entonces siempre hay que salir a parchar, a estar en la calle, a tomar, a fumar, a buscar problemas”.
Seudónimo: Jota
Edad: 20
JUVENTUD
“La razón por la que donde se vende droga es donde hay más juventud es porque es más fácil decirle a un chico: “fúmese un bareto”. Tiene que ver con falta de entendimiento y si no tienen estudio peor, y si están sin trabajo peor”.
Seudónimo: Ese
Edad: 17
JUVENTUD
“Uno cuando es joven siempre choca con la autoridad, porque uno quiere hacer lo que uno quiera. Porque mi mamá muchas veces me decía no salga, no haga eso y uno piensa en las cosas que quiere hacer en el momento, porque uno se deja llevar por el placer, no por el pensamiento”.
Seudónimo: Eme
Edad: 17
JUVENTUD
“Una persona joven tiene más fuerza que una persona vieja. Una persona vieja ya piensa en coger un buen camino. Uno de joven sigue en el mal camino hasta que llega a viejo. Porque, por ejemplo, yo de pequeño apuñalaba a un pirobo, robaba y yo decía, yo soy menor, yo voy y lo pago. Ya mayor, ya caer en La Picota, en La Distrital, en La Modelo, eso es duro. A pesar de que yo tengo socios y a mis hermanos allá, eso es duro. Allá uno tiene que pagar para acostarse en un pedacito de nada, le dan su comida, pero no le van a dar una cobija, una colchoneta, usted mismo tiene que conseguirse eso”.
Seudónimo: Ca
Edad: 17
JUVENTUD
“Uno de chinche es complicado, porque pues uno va por ahí y empieza a ver de todo y de algún modo a uno se le pega, porque uno necesita mucho criterio pa’ poder decirle no a lo que no, pero pues uno es un niño y no sabe qué hacer”.