Un canto Resiliente a la xenofobia

Somos un grupo de jóvenes Venezolanos y Colombianos que nos hemos reunido para contar historias de vidas de otros jóvenes. Un espacio en el que recordamos sucesos  en donde la violencia se robó la juventud de alguien pero a su vez visibilizamos las iniciativas de jóvenes que, aún así, le han hecho frente a esa situación con su creatividad, su capacidad de construir juntos y de proponer una sociedad diferente.

En esta ocasión hemos elegido la historia de Rengy, un jóven venezolano, quien tuvo que emigrar de su país y para quien al principio no fue fácil pero que gracias a su positivismo y talento ha logrado salir adelante y continuar en Colombia. Rengy, es cantante y expresa su arte cada día en distintos sitios de la ciudad de Santa Marta y quiso compartir su historia..

Hola Rengy, ¿cuéntanos sobre ti y todo este arte de cantar?

R/ Soy cantante urbano, por decirlo así. Canto en restaurantes, en las calles del Parque de los Novios, en lugares aleatorios. Lo más cercano a donde vivo. Trataré de llevar la música a las personas.  En verdad es lo que me apasiona. La música y el arte en general.

¿Cómo fue esa adaptación a Colombia y cómo ha sido esto de entrar a ser parte del escenario musical en Santa Marta?

R/ La verdad fue un poco complicado, ya que cuando estaba en Venezuela anteriormente no ejercía exactamente la música, sino que trabajaba algo más centrado, algo más profesional, por decirlo así. Y llegar a Santa Marta fue experimentar varias cosas, varios cambios y tener que improvisar en la vida. La música no solamente era lo mío, sino también dibujar y decidí incursionar en lo más factible y lo que más me apasionaba, que era cantar. Y fue un poco complicado, sí, las calles a veces son muy difíciles. Se encuentra uno con cualquier tipo de persona, pero sí fue difícil, pero hasta ahora vamos avanzando cada día más.

¿Has experimentado alguna vez la xenofobia? ¿Cómo ha pasado ese proceso de transformación o de adaptación?

R/ Bueno, pues al principio fue un poco complicado ya que el tema de aquí de los venezolanos hace cuatro años cuando llegué era algo muy tocado. Ya que muchos venezolanos que venían no podemos negar que hacían mucho de las suyas, entonces por una minoría pagaba la mayoría. Así que muchas veces se aprovechaban de la situación de los venezolanos o los trataban mal, o eran muy criticados o atacados. Hasta tuve varias ocasiones donde trabajé para personas que simplemente se aprovechaban de la necesidad del trabajo que uno estaba buscando para no pagar bien y aprovecharse del tiempo de lo que uno estaba pasando en ese momento. O sea, al principio sí fue muy complicado, ya con el tiempo pues, la ventaja de tener un acento neutral que no soy tan notable entre el resto de los venezolanos entonces, ya es como que pasa un poco desapercibido. Y además de que también se ha minorizado un poco, pero igual hay muchas personas que aún siguen con el ataque a los venezolanos.

¿Y cómo te adaptaste aquí a Colombia y cómo fuiste parte del escenario musical acá en Santa Marta?

R/ Bueno, al principio fue un poco complicado. No estaba acostumbrado a lidiar con gente directamente en las calles o no lidiar con el público directamente. Y eso fue como un choque un poco difícil en cuanto a la puesta en escena, los nervios nunca son… nunca es algo que pasa. Eso no se va a quitar jamás ni porque estés en la calle ni porque estés en un escenario. Es algo complicado. Empecé como artista ilustrador haciendo caricaturas en las calles y luego decidí saltar al canto y ver personas que a veces no son conformes con lo que uno tiene o otras que sí. Entonces fue como un escalón al día para poder perder todo lo que tenía del temor, de los nervios y llegar hasta donde estoy ahora. O sea, fue algo que sí fue un poco complicado.

Ya vemos lo que has vivido en Colombia y te admiramos. De verdad que sí. Rengi me gustaría que le enviaras un mensaje a todos esos jóvenes que nos están escuchando y viendo por este canal.

R/ Primero, que sigan luchando por sus sueños, que nunca dejen de luchar por sus sueños, a pesar de que haya personas que les digan que no, que no lo van a lograr o que no pueden hacer ciertas cosas, nunca se limiten. Las limitaciones están acá y siempre somos nosotros los que nos ponemos nuestras propias trabas. Yo soy un ejemplo de eso, para mí fue muy complicado. Al empezar en la música muchas veces me decían que no lo iba a lograr y acá estoy, sigo luchando por eso. Así que no se rindan, sigan adelante, eso es lo mejor que pueden hacer. luchar siempre por sus sueños y sus metas.

Gracias Rengy por haber compartido hoy con nosotros y por contar tu historia de vida y de cómo por medio del arte, en tu caso la música principalmente, has logrado ser resiliente a la xenofobia y cómo estás enseñando a otros niños y  a jóvenes este arte de la danza como una herramienta muy valiosa para sus vidas.

Hasta aquí Aguante La paz, Un canto Resiliente a la Xenofobia; hoy con Renyi Gregorio Delgado Nava.

Este artículo fue posible gracias al apoyo del pueblo Americano y el gobierno de

Estados Unidos, a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional

(USAID). Los contenidos son responsabilidad exclusiva de sus autores y no

necesariamente reflejan los puntos de vista de USAID ni del gobierno de los

Estados Unidos.

Un baile resiliente a la Xenofobia

Somos un grupo de jóvenes Venezolanos y Colombianos que nos hemos reunido para contar historias de vida de otros jóvenes. Un espacio en el que visualizamos las iniciativas de jóvenes que le han hecho frente a la xenofobia por medio de su arte, con su creatividad, su capacidad de construir juntos y de proponer una sociedad diferente. En esta ocasión hemos elegido la historia de Aldemaro, un jóven bailarín desde los 4 años que vive en La Guajira Riohacha en Colombia, bienvenido Aldemaro.

Sabemos que eres venezolano que vivías en Caracas, ahora tienes 28 años, cuentanos un poco más sobre ti y cómo ha sido esta situación que te ha tocado vivir específicamente al llegar a Riohacha Santa Marta.

R/ Wow, no sabía que sabían todo eso de mí, pero me hace muy feliz el hecho de que ya haya un repertorio de lo que viene siendo mi persona. Primero que todo, Aldemaro Romero, es un muchacho que tiene muchas ideas. Es muy creativo y trata de generar espacios para que las personas se sientan incluidas,para que las personas se sientan con la posibilidad de crear y generar sus propias visiones y motivaciones en la vida. Eso como tal es Aldemaro Romero. Y pues como persona soy un muchacho que desde muy pequeño traté de transmitir quién era al mundo, así con mis montón de acciones que a veces la gente las  entendía, a veces no entendían. Muchas veces me tildaron de loco, pero a la misma vez hoy veo esas creaciones en la calle, esas cosas que tanto soñaba que de repente ahora son vivencias y acciones que veo firmemente en las personas y que me hacen ver que generé espacios y generé acciones en conjunto que trajeron cosas positivas para la sociedad.

Interesante saber esto Aldemaro. Te pregunto algo. ¿Ha sufrido alguna vez la discriminación como la homofobia, la xenofobia y cómo a través de tu danza, de tu arte has transformado esto?

R/ Bueno, sí he sufrido de xenofobia y de homofobia, pero particularmente no me define el hecho de que las personas critiquen o den su punto de vista acerca de mí como persona por ser migrante o por ser gay, realmente eso nunca me ha importado porque el hecho de yo ser quien soy y sentirme quien soy, me hace más fuerte ante cualquier crítica positiva o negativa que haya. Soy un artista, es normal que se nos critiquen y se nos diga que es así o es “hazá”, pero realmente no me afecta para nada el hecho de las críticas tan polémicas que hay en las calles acerca de los migrantes y de los homosexuales. Realmente utilizo toda esa energía que transmite esa gente para volverla luz, para volverla esperanza, para inspirarme y crear propuestas que de verdad generen espacios de cambio, espacios que ayuden a los jóvenes, chicos y adolescentes a poder desarrollarse y cambiar este tipo de pensamientos que lo que hacen es dañarnos y convertirnos en etiquetas, etiquetas de soy así, pienso así y creo esto. Si todos fuéramos como ese hormiguero que quiere hacer que la sociedad crezca y crezca y crezca tendríamos todos algo, o sea un mejor territorio, un mejor espacio, tuviéramos más posibilidades, crearíamos más aspectos positivos y pues tendríamos más bendiciones de Dios. A través de la danza, definiendo mi organización “Talento De Calle”, utilizó las acciones del ser y el hacer, pues por medio de lo que les enseñó a los chicos, ellos poco a poco van entrando en el arte y definiendo sus propias acciones en su comunidad por medio de esta, porque el arte es una herramienta de transformación social muy buena que genera de verdad acciones, por eso el saber y el hacer, porque el saber es cuando yo les enseño a ellos y el hacer es cuando ellos mismos realizan el cambio en su territorio. Utilizo la danza teatro para poder hacer que algunos espacios se sientan completamente completos en el aspecto de que un territorio tiene muchos complementos, muchas trabas, muchas acciones negativas y estas de por sí tratan de obstaculizar algún tipo de polémica y esta como tal no nos deja crecer y entre eso los niños y los jóvenes se han llevado mucho por eso, Ejemplos: como las personas que consumen drogas, las personas que se prostituyen o que realmente utilizan alguna sustancia ya sea para su uso personal o la normalizan de alguna forma. Eso es muy normal en los barrios y también en el tema de las pandillas. Y se normaliza tanto que a veces nos acostumbramos y eso realmente es algo que daña mucho el territorio y que se puede cambiar con estas nuevas narrativas.

Un mensaje a todas estas personas que nos están escuchando desde cualquier parte del mundo.

R/ Lo primero es que si algún día decides migrar de tu país, ten en cuenta de que no va a ser fácil, pero el día que tu triunfes vas a poder replicar todo lo que pasaste por medio de esto, del habla, de la escucha, y vas a ayudar a muchos a poder generar un cambio real en las sociedades.Para mi migrar es lo más bonito que me ha pasado y… ¿para ustedes que podría ser?

Gracias Aldemaro por haber compartido hoy con nosotros y por contar tu historia de vida y de cómo por medio del arte, en tu caso la danza, has sido resiliente a la xenofobia y cómo estás enseñando a otros niños y  a jóvenes este arte de la danza como una herramienta muy valiosa para sus vidas.

Hasta aquí Aguante La paz, Un Baile Resiliente a la Xenofobia; hoy con Aldemaro Romero.

Este artículo fue posible gracias al apoyo del pueblo Americano y el gobierno de

Estados Unidos, a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional

(USAID). Los contenidos son responsabilidad exclusiva de sus autores y no

necesariamente reflejan los puntos de vista de USAID ni del gobierno de los

Estados Unidos.

• La Fundación Tiempo de Juego lidera esta carrera que llega a su séptima versión.

• El evento deportivo, que se llevará a cabo el 22 de octubre,  cuenta con el apoyo de jóvenes líderes de Altos de Cazucá, Soacha

Desde hace 7 años, en Altos de Cazucá (Soacha) se celebra anualmente una carrera que reúne a locales y foráneos en un territorio que ha sido epicentro de múltiples desigualdades  sociales y económicas.  

La 5 Kzucá, más allá de ser un espacio deportivo, se convierte en una herramienta  para transformar el uso del espacio, dinamizar la economía local y activar el deporte como elemento transformador de la sociedad. 

El evento deportivo cuenta con tres modalidades de participación: individual, grupal y apadrinamiento y para esta versión cuenta con el aval de la liga de atletismo de Cundinamarca. 

La carrera inicia con 1k plano, luego presenta ascenso a Altos de Cazucá de 1.5 km, 1.5k descenso y 1k plano.

Mayor información e inscripciones:  www.tiempodejuego.org/5K

Punto de encuentro: 

Sobre Tiempo de Juego 

La Fundación Tiempo de Juego trabaja alrededor de la promoción del juego para generar pertenencia, autonomía y esperanza en niños, niñas y jóvenes de Colombia.  Ha consolidado una metodología que parte de la lúdica y el desarrollo de capacidades para generar agentes de cambio.

Actualmente la Fundación llega a cerca de 5.000 participantes en sus 3 sedes regionales: Soacha, Santa Marta y Timbiquí y sus proyectos de orden nacional. 

En una realidad se convirtió el sueño de los jóvenes de las fundaciones Casa en el Árbol (FCA) y Tiempo de Juego (TDJ) de hacer parte de la producción de una canción en la que con sus voces hacen un llamado al cambio, a dejar atrás las diferencias, los odios, las desigualdades, a unirnos como sociedad entorno a la reconciliación y a utilizar de manera adecuada el tiempo libre. 

“Chicuntá Chicunté” es el nombre de esta canción que le hace un homenaje a los ritmos tradicionales del Caribe colombiano, cuyas letras fueron escritas por jóvenes de Santa Marta y Ciénaga como resultado de su paso por los proyectos liderados por el Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de USAID y ACDI/VOCA, en los que se viene trabajando desde 2017 en el territorio, sobre los pilares del diálogo, la confianza el empoderamiento y el respeto por medio de las comunicaciones, el arte, la música, la danza y el deporte. 

“Este es un trabajo en equipo entre las fundaciones Casa en el Árbol y Tiempo de Juego en el que se utilizó el ritmo del garabato fusionado con rap, para que por medio de algo tan Caribe como lo son la música y el baile los jóvenes envíen un mensaje de igualdad, paz, amor, armonía y reconciliación a toda Colombia”, dice Taliana Vargas, presidenta de la FCA. 

Santa Marta y Ciénaga escenarios de reconciliación

El proceso de creación de la canción se hizo en un primer momento de manera virtual, y estuvo a cargo de la compositora Tatiana Delgado Trujillo, profesora del grupo musical “Que vaina bacana” de TDJ Magdalena. “Queríamos hacer algo que pudiera mostrar todo este proceso y transformaciones que han tenido los chicos con PAR y, a la vez, resaltar el folclor”, dice Delgado. 

Durante los encuentros por Zoom cada uno de los jóvenes iba proponiendo sus ideas y entre todos fueron creando el mensaje de “Chicuntá Chicunté”. En una segunda fase presencial se terminaron de hacer los arreglos y el ensamble de las voces con los instrumentos, interpretados por los miembros de “Que vaina bacana”. Paralelamente el grupo de Danza “Dance Life” de TDJ desarrolló una coreografía que hoy es tendencia en Tik Tok, los jóvenes del proyecto PaZaporte a la Convivencia y de Ciudad Equidad emprende de FCA se lanzaron a cantar por primera vez, y el Colectivo de Comunicaciones Ciudadanitos también participó con sus voces, y en el cubrimiento de todo este proceso. 

La canción se grabó en el estudio de la Universidad del Magdalena y el video musical estuvo a cargo de la productora Labzuca. En él se resalta a Santa Marta, Minca y Ciénaga como escenarios incluyentes, de reconciliación y cambio. Los barrios Ciudad Equidad, Villa Betel, El Pando y La Lucha, de donde son procedentes la mayoría de los jóvenes participantes, son protagonistas en esta producción musical que también se encuentra disponible en los canales de Youtube de las dos fundaciones.

María Camila Peña
Comunicaciones FCA.